Ruta 66 #187 Octubre 2002.
22/10/2002
por Jero Rodríguez.

Se equivocarán los que esperen encontrar la huella de Corcobado en el segundo disco del ex bajista de los chatarreros de sangre y cielo.

No hay rastro de pulsión destructiva y si mucha búsqueda de un lenguaje que, sin renunciar a la lírica sombría, apuesta afortunadamente por la contención.
Se hace necesaria una aclaración así porque la referencia entra dentro de la lógica promocional del personaje pero no sirve para definirlo. A rebufo de la introspección interior, Nacho Laguna escribe y compone doce canciones que se desarrollan mejor en el ámbito instrumental. La posible pega tiene que ver con el halo artístico que respira «Fugaz». Tanto diseño interior como las letras parecen recorrer por sendas diferentes a las del sonido. Se trabaja bien el pop de cámara a lo Tindersticks y el melodrama fílmico de los Walkabouts cruzados con Cristina Lliso, pero el academicismo de las voces femeninas (y algunos textos inequívocos) no acaban de encontrar el acople idóneo en el universo taciturno de Laguna.